Madrid es una ciudad heroica. Hoy, se enfrenta a un nuevo enemigo, implacable e invisible. El Coronavirus campa a sus anchas por sus calles y su aire, pero estamos seguros de que será vencido -en este caso- con la consciencia y la responsabilidad de todos. La villa se ha enfrentado con anterioridad a pandemias mortales, sitios bélicos, atentados o catástrofes naturales y siempre ha salido airosa, más fuerte y revitalizada.
Es en esos momentos críticos, cuando Madrid demuestra su fortaleza, temple y rebeldía en medio de circunstancias adversas. Esa fuerza interior se manifiesta desde los tiempos del Mayrit árabe y estamos seguros de que nos servirá para vencer al COVID-19 tomando las precauciones debidas y estando más unidos que nunca.
Este paseo por la historia que hemos confeccionado para ti demuestra que Madrid es resiliente y puede vencer cualquier adversidad. Mucho ánimo ¡Ganaremos la batalla!
El nacimiento del gato | Sitio de los castellanos en 1085
Una anécdota perdida en el tiempo define Madrid, le da forma y bautiza a sus habitantes. En mayo, el mes donde florece la historia de la ciudad, se produjo el sitio castellano a sus murallas por el rey Alfonso VI en plena Reconquista. Corría el año 1085 y los cristianos querían volver a izar su bandera en la villa. Al igual que ahora con el Coronavirus, un muro de imposibles se enfrentaba a ellos. Pero, casi por sorpresa, un tipo decidió escalar la muralla para abrir paso a sus compañeros de armas. Se le apodó El Gato, y desde entonces se comenzó a llamar así a todos los madrileños. Un muro cayó entonces, así será en la batalla que libramos ahora.
Un jinete anda suelto | Peste (1348 – 1353)
Uno de los jinetes del Apocalipsis cabalgó a sus anchas en Europa entre 1348 y 1351. La causa de esta temible enfermedad desató uno de los grandes miedos sociológicos de cualquier pandemia: el histerismo religioso. Quizás algo de maldición tenía esta enfermedad, pero en el fondo fue un aviso bacteriológico de que las condiciones insalubres de la época terminarían por erradicar la vida humana.
La causante de la peste fue una bacteria transportada por ratas que se aprovechaba de la suciedad y el hambre imperantes. Diezmó al 60% por ciento de la población europea. España pasó de 6 millones de habitantes a apenas 2,5. A su paso caían nobles, plebeyos, burgueses y campesinos. La muerte les igualaba a todos. Pero Madrid sobrevivió a la pandemia. Misteriosa o milagrosamente, según se mire, durante el día de las fiestas de la Inmaculada el brote remitió y sin ninguna explicación abandonó la ciudad para siempre un 8 de diciembre. Una muestra de que Madrid se sobrepone a cualquier episodio apocalíptico.
Una tragedia que forjó una leyenda | 2 de mayo de 1808
Si hay una fecha trágica que ha servido a Madrid para renacer es el 2 de mayo. La invasión napoleónica del país llevó a un buen número de madrileños a tomar las calles en una revuelta callejera que se convirtió con el paso de las horas en revolución y en el preludio de la Guerra de Independencia. A su paso dejó mitos de la ciudad como Manuela Malasaña, cuya historia os contamos junto al de otras heroicas mujeres de Madrid aquí. La carga de los mamelucos, la resistencia de Daoíz y Velarde, así como los fusilamientos que pintó Goya, son parte de una historia de resistencia y lucha con la que se identifican todos los madrileños. Siempre unidos, la fuerza del pueblo madrileño se revela en los grandes retos.
Dolor y sangre en tiempos del cólera | Epidemia de Cólera de 1834
El cólera es generado por una bacteria que provoca diarreas, vómitos y deshidratación. Llegó a España en el siglo XIX en plena I Guerra Carlista sumiendo a Madrid en un violento caos. Las luchas entre los Carlistas, partidarios del rey Carlos, de la ley sálica y los liberales, que abogaban por la reina Isabel, habían convertido el Madrid de la era post-reinado de Fernando VII en una bomba de relojería. Los curas apoyaban a los carlistas que se cernían sobre la capital, aunque a finales de 1833 se les adelantó otro devastador ejército.
El cólera campaba a sus anchas exterminando a más de 150.000 personas en toda España. El malestar entre el clero y el pueblo se manifestaba en acusaciones mutuas como causantes de la plaga. En pocos días desde el estallido de la epidemia, una turba asaltó el cuartel general de la Inquisición, así como diferentes conventos e iglesias dejando un saldo de 75 religiosos muertos. Poco después, tanto el desencanto como la enfermedad se esfumaron y Madrid comenzó de nuevo a rehacerse en el turbulento siglo XIX que le aguardaba.
Las fuerzas de la naturaleza | Tornado de 1886
No es Madrid muy dado a pelearse con la naturaleza, pero un 12 de mayo de 1886 los cielos se abrieron sobre Carabanchel. Sobre las 7 de la tarde, dos tornados de gran magnitud coqueteaban con los atónitos y asustados ciudadanos de la villa. De repente, y según cuenta Galdós, tomaron tierra con un poder destructivo inusitado, llevándose las vidas de 47 personas. Algo inaudito que dejó numerosas referencias en la literatura de la época pero que no impidió que la ciudad retomara su actividad cotidiana una vez más.
Boda sangrienta | Atentado contra Alfonso XIII – 31 de mayo de 1906
Las bodas suelen ser días memorables para los novios. Amor, confidencias, fidelidad y un gran banquete para honrar el amor imperecedero. No obstante, Alfonso XIII no guardaría un especial recuerdo de su enlace con la reina Victoria Eugenia en 1906. Los primeros años del siglo XX fueron inestables debido a las luchas sociales por la consecución de derechos básicos. En un episodio de violencia que eclosionó aquel 31 de mayo de 1906. Mateo Morral, un anarquista que quería terminar con la monarquía para iniciar una revolución y que se había paseado por Madrid conociendo a personajes como Pío Baroja o Valle-Inclán, estaba dispuesto a atentar contra el rey.
El día de la boda real se situó en el número 88 de la Calle Mayor, al lado de la Capitanía General. En el momento del paso de la comitiva arrojó contra el coche del monarca un ramo de flores que escondía explosivos. Los cables del tranvía desplazaron la trayectoria hacia el público asesinando al instante a 25 personas. La novia llegó al banquete con el vestido empapado en sangre y Morral escapó, aunque fue apresado y supuestamente ajusticiado por la Guardia Civil en Torrejón. Aún hoy se recuerdan a las víctimas del atentado mediante un ángel situado en el lugar exacto del impacto.
Una pandemia con apellido equivocado | Gripe Española – 1917/1918
La gripe -cuyo apellido no le hacía justicia- sorprendió al mundo en pleno Apocalipsis bélico. Las trincheras de Francia arrasaban con la vida de toda una generación mientras que en Camp Funston (Kansas), se desataba la última gran pandemia letal en 1917. La gripe española, al igual que el Coronavirus, provocaba muertes por neumonía y problemas respiratorios. A España llegó en mayo del 18.
Como aquí éramos neutrales, la prensa se hizo eco de la enfermedad, algo que los países beligerantes pasaban de hacer por miedo a desmoralizar a sus tropas. El mundo creyó que en España era el único lugar infectado. Más de 50 millones de personas perecieron.
En España fueron 150.000 personas. Curiosamente, los esfuerzos del alcalde de Madrid, Luis Silvela y Casado, provocaron que la enfermedad tuviera una menor incidencia en la ciudad. Cosas que nos empiezan a sonar familiares como la desinfección de calles, lugares públicos o medios de transporte y cuarentena de viajeros, así como aislamiento de enfermos eran parte de un paquete de medidas que aseguró la supervivencia de la ciudad.
Madrid, que bien resistes | Sitio de Madrid durante la Guerra Civil – 1936/1939
Madrid, que bien resistes, decía una vieja tonadilla que se cantaba bajo el fuego de mortero y los carteles de No Pasarán. Los ciudadanos madrileños resistieron tres años de hambre, sangre y muerte intentando luchar contra el fascismo, algo de lo que se hizo eco todo el mundo. Hemingway, Errol Flynn y miles de personas viajaron a Madrid para documentar o apoyar aquel heroico canto por las causas perdidas. Aquellos tres años forjaron el mito de la ciudad rebelde, que no se doblega a las vicisitudes y que lucha por lo que cree que aún hoy persiste en sus calles.
¡Quieto todo el mundo! | Golpe de estado – 23 de febrero de 1981
Durante unas horas, Madrid se mantuvo en vilo. Ruidos de sables y tanques invadieron la capital. Miembros del ejército nostálgicos del régimen franquista orquestaron junto a altos cargos militares y quien sabe si alguien aún más importante la toma del Congreso, así como la declaración de la Ley Marcial y la formación de una junta militar de gobierno.
Todo debía suceder el 23 de febrero de 1981, en plena transición y en un momento de felicidad y efervescencia creativa en las calles. Milans del Bosch tomó Valencia y Tejero marchó junto a un grupo de guardia civiles para tomar TVE (emitiendo marchas militares como sonido del Apocalipsis) y el Congreso. Allí irrumpió “un hombre disfrazado de torero”, tal y como como le bautizaron los corresponsales extranjeros, a golpe de disparos. Pocas horas después, el golpe se fue descabezando y Madrid gritó libertad una vez más tras la liberación de los políticos secuestrados y la rendición de los golpistas.
El Terror | Atentados de ETA
Madrid fue presa durante años del pánico a las bombas de ETA. Es difícil explicar y mucho más seleccionar los atentados de la banda terrorista sin mencionarlos a todos, pero sirvan los siguientes como ejemplo de resistencia de la ciudad y un homenaje a las víctimas.
Quizás el más inesperado de los atentados y uno de los más dolorosos fue el de la T4 de Barajas. Sobre todo, porque rompía un esperanzador alto al fuego permanente y unas negociaciones muy avanzadas por la paz. Dos trabajadores y 20 heridos fueron las víctimas de una cicatriz que demuestra la asombrosa capacidad de sobreponerse a la adversidad de Madrid.
Uno de los atentados etarras más sangrientos y más tristemente recordados fue el del Puente de Vallecas en 1995, dejando 6muertos y 17 heridos en un ataque con coche bomba a una furgoneta del ejército. Aunque, el atentado que más grabado se quedó en una generación fue el que sufrieron Irene Villa (con apenas 12 años) y su madre en 1991. El coche en el que viajaban por su barrio, Aluche, estalló dejando a la niña sin piernas ni tres dedos de su mano izquierda. Su madre perdió una pierna y un brazo. Para colmo, el atentado no estaba destinado a ellas sino a un inspector de policía relacionado sentimentalmente con la madre de Irene, que se convirtió rápidamente en símbolo de la barbarie terrorista.
Arde Madrid | Incendios de la Plaza Mayor, Teatro de la Zarzuela, Teatro Variedades, Alcalá 20 y Almacenes Arias
Los incendios dejan huella. Siempre evocan un tiempo perdido que no volverá. El incendio más destructivo que ha vivido la villa sucedió en 1790. Una llama se extendió por la tienda de un mercader en la Plaza Mayor. No tardó en prender el resto de la plaza. Los depósitos de agua de la zona estaban vacíos por lo que el incendio fue imparable durante nueve días. Se derribaron diversos edificios a modo de cortafuegos por lo que únicamente sobrevivió un tercio de la antigua Plaza Mayor.
Aunque, quizás fuera más traumático para la población madrileña el incendio del Teatro de la Zarzuela en 1909. A pesar de que no hubo víctimas mortales, ver perecer un icono de la ciudad siempre es un acontecimiento triste. Sin duda, la llamada tragedia del Novedades en 1928 supera con creces lo conocido hasta entonces. El teatro Novedades en la actual Plaza de la Cebada era el teatro de moda de los años 20. Su aire bohemio y sus sainetes como Lo mejor del Puerto le habían convertido en el referente de aquel ingenuo Madrid. Durante su representación, un candil prendió fuego a la decoración. Alguien del staff gritó ¡fuego! haciendo cundir el pánico. Mas de 67 personas murieron pisoteadas o asfixiadas.
La mayor tragedia de la historia de Madrid relacionada con el fuego sucedió en el 17 de diciembre de 1983 en uno de los templos de la Movida. El Madrid más canalla vive imbuido por el subidón de la libertad y festeja en Alcalá 20. De repente, parte de la decoración arde sin remedio. El angosto local se convierte en una ratonera con puertas de seguridad cerradas y una única salida a través de unas escaleras que se convierten en el ataúd de 81 personas.
Otro incendio mastodóntico demuestra el lado heroico de los bomberos madrileños. Diez miembros de este valeroso cuerpo perecieron intentado socavar el incendio producido en la calle Montera, en el interior de los inolvidables Almacenes Arias. El edificio se les vino abajo y fueron sepultados junto a toneladas de escombros. Un acto heroico merece el agradecimiento eterno.
Trenes en llamas | 11 de marzo de 2004
El día más trágico de la historia moderna madrileña sucedió sin avisar. Como cualquier día, los trabajadores de El Pozo y Vallecas se dirigían a sus puestos de trabajo en un infausto tren: 193 nunca llegaron a Atocha. Dos trenes saltaron por los aires debido al integrismo y a la sinrazón. Las imágenes de aquel trágico día aún resuenan en nuestras mentes.
A pesar de la política que señaló a los culpables equivocados, el pueblo de Madrid salió a la calle para gritar: No nos vencerá el miedo. La vida y la solidaridad se abrió paso ante el terrorismo islámico, la intolerancia y el terror. La vida siguió su curso para los madrileños supervivientes y la herida que dejó la ausencia de los fallecidos ha hecho que todos los llevemos en el corazón.
Una crisis perpetua | Crack bursátil de 2008
Ecos de Nueva York fueron llegando a España desde 2008. Wall Street y su mercado de subprimes y derivadas quebraron repentinamente. Lo cual dejó al descubierto un inmenso agujero en hipotecas que nunca se iban a pagar y la bonanza de los 2000 saltó por los aires.
A su paso, dejó muchas consecuencias políticas y sociales y una honda depresión económica. Ninguno de los que vivió aquella travesía en el desierto iniciada por Goldman Sachs, Lehman Brothers, AIG y demás bancos de inversión y reaseguradores olvidaremos los sueños ahogados en deudas y los años felices que antecedieron a este crash. Poco a poco, aquellas conversaciones en las calles y en los bares sobre desempleo y EREs que flotaban en el ambiente en los años duros de la primera etapa de la decáda de 2010 se fueron dejando atrás para que Madrid mirara al futuro de nuevo con optimismo. Y se convirtiera -de fomra contundente- en una de las ciudades más prósperas y en evolución de Europa. Algo por lo que seguiremos trabajando, hoy y siempre.
Una fiesta mortal | Madrid Arena – 1 de noviembre de 2012
Las negligencias y la avaricia fueron causantes de la muerte de cinco jóvenes un 1 de noviembre de 2012. Iba a ser una noche grande para los adolescentes madrileños. El Dj de referencia de la época, Steve Aoki, llegaba a Madrid para poner a bailar al Halloween madrileño.
Aunque, los organizadores del evento en connivencia con las autoridades locales, vieron la oportunidad de vender por encima del aforo y saturar el recinto peligrosamente. A eso de las 3.30h, Aoki salía triunfal a la pista y en ese momento miles de personas trataban de acceder sin éxito a la zona principal del Arena para disfrutar de su show. En los pasillos de evacuación se produjo un tapón que se llevó la vida de cinco niñas y dejó escenas de pánico y una avalancha mortal.
Tragedias en el aire | Accidentes aéreos en Barajas
Es el medio de transporte más seguro y eficiente, aunque Madrid no ha estado ajena a las tragedias aéreas. En diciembre de 1983, se dieron todas las condiciones para que la tragedia campara a sus anchas. Densa niebla, fallos mecánicos y humanos insólitos y circunstancias inexplicables. Un Boeing 727 y un DC9 colisionaban en plena pista de Barajas. Algo fuera de lo común que dejó el aeropuerto madrileño teñido de la sangre de 93 muertos y 42 heridos.
Justo un mes antes, el 27 de noviembre de 1983, se había producido el accidente del Vuelo 11 de Avianca. Se convirtió en el segundo accidente aéreo con mayor número de víctimas morales de la historia de España, 182, aunque contó con 11 supervivientes. La investigación de lo sucedido dejó en el aire una serie de detalles. El avión se desvió repetidas veces de la ruta y terminó colisionando con el tren de aterrizaje bajado en Mejorada del Campo, a 12 kilómetros de Barajas. El avión se estrelló, dio tres vueltas de campana entre colinas y finalmente se incendió.
Otro accidente nos conmocionó el 20 de agosto de 2008. Un avión de Spanair se disponía a despegar de Barajas en dirección a Gran Canaria. A escasos minutos de su despegue, el avión viró y se estrelló contra una colina cercana, hoy señalada con una cruz en tributo de las 154 víctimas. Un fallo mecánico provocó esta tragedia que suponía la más sangrienta en el hemisferio norte desde 1988.
Madrid es una ciudad de fuerza inusitada y valentía asombrosa. La resiliencia es una de sus señales de indetidad. Una pandemia se cierne sobre su cielo azul y sus habitantes, y una de las formas de hacerle frente es poner de manifiesto nuestro espíritu cívico, responsabilidad social y consciencia colectiva para hacerle frente. Ésa es una labor de todos.
Gracias por leernos.
Gracias por ser protagonista de esta historia con tus actos.
Madrid es una ciudad heroica.
Nos levantaremos.
#yomequedoencasa
Foto Cover: Will Ruiz
