A ver, que votar es tan sencillo o complicado como lo quieras hacer. En Madrid Seduce siempre hemos defendido elegir aquello que te haga feliz… ¿Qué hay vinos que unos días nos gustan más que otros? Vale, esto pasa, porque los vinos son, a veces, como esos lugares mágicos en los que, dependiendo de con quién los compartas, son inolvidables o una mera parte de un paseo. El secreto es ir descartando. Aquí hemos descartado los tintos, y nos centramos en tres blancos y tres rosados, y si nos apetece, hasta un hielo le ponemos ¿Por qué? Porque el vino es para hacernos felices, y hay que tomarlo como nos guste. No nos calentemos demasiado que bastante tenemos con no habernos ido de vacaciones hasta después del 23-J (esta es la J 2×3: o sea, nuestra juerga de 6 grandes vinos de verano) ¡Que la disfrutes!
1.- Vamos de norte a sur, y este descubrimiento es digno de mención. El vino se hace en unas cuevas de la zona de Ribeiro, pequeños mentideros en plena zona de elaboración de vinos. Allí los secretos son bien guardados, y si llueve, o si hace calor, uno se puede cobijar y seguir fresquito. Un refugio para el calor, para desconectar de verdad y para saborear uno de los mejores vinos que hemos probado este año. Vino multivarietal rico, para acompañar todo tipo de cocina de verano. Una sorpresa absoluta. Eduardo Peña (D.O. Ribeiro).
2.- Ahora nos vamos a la playa donde se hace este vino, Habla del Mar. Cuenta historias de aventureros extremeños que se lanzan al océano en búsqueda de El Dorado. Para eso, además de valentía, hay que mostrar originalidad, y una forma de pensar fresca y novedosa. Con alegría. Algo así hace este vino, extremeño, que se cría en depósitos bajo el agua en pleno Golfo de Vizcaya. Allí el vino desarrolla sabores únicos, y desde las profundidades, lo trae a la superficie, con alma marítima, con sabores salinos, con olas afrutadas, en un vino que es verano incluso en su presentación. Habla del Mar, Bodegas Habla, Extremadura.
3.- Nos quedamos en tierra, pero no en cualquiera. Tierra firme, meseta, campos de cereal, paisajes amarillos, poca sombra, mucha temperatura… A la sombra de un “château” francés, que impone, que ayuda a restaurar el alma, porque además está en altura, y sus viñedos, todos alrededor de la bodega, son un jardín frutal. Y a pesar del calor, o gracias a ese clima, hacen el mejor verdejo del mundo. Y aquí, su vino más delicado e interesante, con viñas prefiloxéricas de verdejo, en una pequeña finca escondida, como nos gusta estar en verano. Este vino es, además de un Gran Vino de Rueda, mucha cultura e historia de España en la botella. Verdejo Prefiloxérico, Castelo de Medina, D.O. Rueda.
4.- Aquí hay dos opciones, o irnos muy lejos de vacaciones, porque lo mejor de irse de Madrid es volver, o quedarse a ver qué pasa. Y mejor quedarse, porque en Madrid pasan cosas. Como esta seductora experiencia. Viene Sarah Jessica Parker y nos presenta sus vinos, con su estilo joven, fresco, rico, alegre y muy muy muy apetitoso. Ella sabe hacernos reír y disfrutar, y sus vinos también. Están perfectamente guionizados, pero nosotros le damos el placer de la improvisación. En casa, en la piscina, o en terraza, siempre fresquitos, y con un sabor goloso, como el beso en la gran manzana, que ahora es Madrid. Inolvidable. SJP Rosé, Invivo Wines, Provenza (Francia).
5.- La gran liada del verano. Todos tenemos ese rollito que nos marcó y que, de algún modo, buscamos con el estío. Porque es liberador, porque es inspirador y porque, no lo neguemos, salir de la rutina nos regala pizcas de vida plena. Este vino es la unión de una uva tinta con una blanca: “en lo puro no hay futuro, la pureza está en la mezcla” decía la canción. Pero hay que saber cantarla y bailarla. La experiencia de una gran bodega es capaz de hacer este gran vino que sorprende por su frescura y sabor. La recomendación de este verano es liarnos, mucho, y más. Lía. Bodegas Pradorrey, D.O. Ribera del Duero.
6.- Y aquí la joya. Quizá escondida, sobre todo para quien no sabe llegar a ella, pero ahí está. Bailando al ritmo de la música en plena pista de baile, y aunque esté rodeada de gente, llama la atención porque es única, es linda y es brillante. Brilla toda la noche, ilumina el camino de la fiesta y lanza destellos al cielo que parecen anunciar dónde está la nueva movida. Es un vino rosado de tempranillo, pero ligero, afrutado y muy refrescante. Llama la atención como la nueva veraneante que llega a la pandilla y todos quedan prendados. Una capacidad de enloquecer que sólo quienes han probado mucho vino pueden apreciar. Y aquí, se disfruta a tope. Le Bijou Rosé, Bodegas Balbás, D.O. Ribera del Duero.
Si quieres más, síguenos, porque aquí proponemos un vino para cada momento. Este verano, algunos rosados y blancos, para refrescarnos y huir del calor, con un argumento idílico: vivir aventuras a través de la copa. Vivir un verano único, ahora que Madrid se queda de fiesta después de las elecciones. Aquí votar es sencillo porque conocer a los vinos candidatos es un placer, a disfrutar con moderación, pero sin parar: ¡Vino para Madrid!
