Sentimos auténtica pasión por Cerveza Alhambra. Su nombre evoca al monumento más representativo de su ciudad de origen: Granada, y de él se desprende todo un imaginario plagado de misterios, leyendas y estancias infinitas llenas de arabescos.
Nos resulta una cerveza tan exquisita como seductora, ideal para acompañar nuestros mejores momentos. Os damos cinco razones para que se convierta en vuestra compañera gastronómica.
1.- Es una suerte tenerla siempre en Madrid…y hace pocos días, volvimos a disfrutar de su sabor. Un cálido y acogedor restaurante de la Calle del Pez: La Bruta, se convirtió en el escenario perfecto para tomar el aperitivo y maridar cervezas Alhambra con unos suculentos huevos rotos trufados.
2.- Las referencias de Cerveza Alhambra nos remiten a un concepto de origen danés: Hygge o tomarnos el tiempo para disfrutar de las pequeñas cosas, poniendo todos los sentidos en ello. Hacer y disfrutar sin prisas es una razón de sobra para incluirla en nuestros brindis.
3.- Su profundo espíritu artesanal, que la convierten en cervezas que se tocan, se huelen, se saborean, se observan. Creemos que la maestría cervecera que hay detrás de ellas tiene mucho que ver con esto (y se nota). Granada y Madrid, juntas, en todos los lugares que aparecen en esta infografía.
4.- Nos gustan su elegancia y su carácter premium, sin dejar de ser cervezas cotidianas. Ese eclecticismo las convierte en predilectas para maridar con casi cualquier plato (en sus dos versiones, Reserva 1925 y Especial). Potencia los sabores, alegra el alma.
5.- Reúnen pasado, presente y futuro dentro de una botella: El profundo respeto a los 14 siglos de historia de La Alhambra, su invitación permanente a disfrutar de los placeres de la vida y su deseo de acompañarnos siempre, marcan un hito a la hora de elegirla. Su personalidad, en definitiva, nos cautiva.
Gracias por los buenos momentos ¡Por muchos maridajes más!
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